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Mujica ofreció la residencia oficial de los presidentes para alojar a los indigentes que pasen frío en caso de que en caso que no alcancen los cupos disponibles en los refugios habilitados. .Cuál es el presidente más pobre del mundo.





Gana 12.500 dólares por mes, pero dona el 90% a fondos sociales. Su único patrimonio es un viejo Volkswagen y vive en una humilde chacra en las afueras de la capital de su país. "Hay otros que viven con menos", se justifica.








¿Quién donaría el 90% de su sueldo para proyectos de ayuda? Nada menos que elpresidente uruguayo José Mujica, de la coalición izquierdista Frente Amplio. "Con ese dinero me alcanza, y me tiene que alcanzar porque hay otros uruguayos que viven con mucho menos", dice el mandatario. Así de simple.






El dinero que entrega va a parar a organizaciones no gubernamentales que colaboran con viviendas y al Fondo Raúl Sendic, que administra su fuerza política, el Movimiento de Participación Popular (MPP), y que financia emprendimientos productivos e, incluso, simples colaboraciones






"No es una carga ni una pose, es una filosofía decantada en años de privacidad", explica el presidente uruguayo, quien dice ser feliz con lo que tiene. Sigue viviendo en su chacra a las afueras de Montevideo, en Rincón del Cerro, tal como prometió antes de convertirse en presidente.






Lo acompaña su esposa, la senadora Lucía Topolansky, que también dona parte de su sueldo, y su perra Manuela -un animal sin raza de la que presumir.






A muchos años de la moto Vespa que utilizó para llegar al Parlamento a la salida de la dictadura, ya ungido como diputado, Mujica ha mantenido sus principios. Más cuidadoso en su aspecto, el protocolo no deja de ser algo alejado de sus intenciones habituales.






De acuerdo con la última declaración jurada que presentó a la Junta de Transparencia y Ética Pública, Mujica sólo es dueño de un Volkswagen de 1987, mientras la chacra figura a nombre de la primera dama y senadora Topolansky, la cual también dona parte de su salario. Sin cuentas bancarias, sin deudas, Mujica dice que una vez termine su mandato se retirará a descansar, muy tranquilo, en su chacra de Rincón del Cerro.






Fiel a sus ideales, Mujica propone donar las jubilaciones presidenciales -las grandes sumas de dinero que cobran los ex presidentes constitucionales del país. Hace unos días, y ante una ola de frío, Mujica ofreció la residencia oficial de los presidentes para alojar a los indigentes que pasen frío en caso de que en caso que no alcancen los cupos disponibles en los refugios habilitados.

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