Servicio de búsqueda personalizada

Búsqueda personalizada

Seguidores

2012 Y EL FIN DEL MUNDO - por Eduardo Juan Salleras

Por Eduardo Juan Salleras
8 de enero de 2012.-

Se autoriza su publicación solamente en forma completa y nombrando la fuente

Suelo cruzarme - andando por ahí y por distintas zonas - con mis lectores. Desde luego los que me tienen visto y me reconocen. Éstos comentan cosas de los artículos, y algún halago también recibo que es necesario.
Días pasados una señora me dijo que estaba esperando la nota sobre “2012 y el fin del mundo”.
Le respondí que nada podía aportar al respecto, por lo tanto, si debe ocurrir o no, me tenía sin cuidado, por lo menos en lo literario.
Sin embargo me fui pensando en el tema.
Si viene el fin del mundo, me encontrará seguro trabajando, como todos los días, como siempre.
Me sorprenderá, junto a mi familia y a mis amigos, aunque estén lejos, porque no hay distancia para ellos en mi corazón…
…atendiendo a mis animales que tanto quiero: a mis perros (Cacho en particular), mis gatos, mis vacas, mis terneros, mis caballos…mis chimangos… sí, guardo una relación muy original con ellos que ya contaré en otra oportunidad…
…regando mis plantas… ¿en qué puede cambiar mi vida hoy el fin del mundo?
Se acabó y listo.
Pero en realidad pienso que si depende de Dios que ocurra - y soy creyente - no pasará nada, porque Él no va a destruir su obra más sofisticada: el ser humano. Y mucho menos a los argentinos, porque somos su única duda.
La tierra es perfecta, sólo el hombre atenta contra esa perfección, y como es imagen de Dios y semejante a Él, puede hacerle suficiente daño como para provocar una catástrofe planetaria. De hecho: todos saben, todos hablan, y nadie hace nada contra el calentamiento global.
Y no es Dios quién mata de hambre a las personas y las sumerge en una pobreza mundial, ni las abandona a las pestes. No es Dios el que fomenta la inmoralidad, ni el tráfico de drogas, ni el mercado de personas. Hay desaparecidos hoy por los que nadie reclama y para ellos el fin del mundo ya comenzó con ésta nueva forma de esclavitud permitida por los poderosos, de allá y de aquí, los que de una manera cómplice no se ocupan.
¿Acaso Dios manda a mentir a los dirigentes políticos, especialmente en vísperas de elecciones, para que luego de alcanzar el cetro del engaño, hacer todo lo contrario a lo prometido, y que éste, con su poder se sirva para aplastar al pueblo, el que transita un lento y agónico camino hacia el fin del mundo?
No le clamemos al creador para que evite la caída de los tiempos, ni lo culpemos si eso ocurre.
Los que mueren en los desastres naturales, en una amplia mayoría, no son los poderosos. Mientras los pobres beben aguas contaminadas, el poder se baña en champaña, y si se enferman morirán indefectiblemente en un rasposo hospital o tirados en la nada; en cambio, el que manda, se atenderá en el centro médico más sofisticado, no sólo en lo tecnológico sino también en su hotelería.
¿Es Dios quizás el que ordena escavar montañas en busca de piedras preciosas, en minas a cielo abierto, cuyo tratamiento contamina el ambiente y los cursos de agua, condición que padecen aquellos que ya emprendieron, hace rato, el camino al fin de sus días?
Serán los hombres entonces los que van a destruir la tierra.
De todas formas si debe ocurrir lo predeterminado…en el 2012, en el 2015 o en el 20…, trataré de esforzarme en ser un mejor padre, un mejor esposo y un mejor amigo. Ser un mejor ciudadano y mucho mejor prójimo. Superarme como escritor o comunicador social. Porque si alguien va a tener la potestad de apretar el botón del cese de la historia, será ese quién nos tome examen en el juicio final.
Tal vez mi calma sea producto de la incredulidad, es que de una forma u otra debemos vivir armónicos, de eso se trata el bienestar. Buscar que la vida sea un remanso, evitando la carrera vertiginosa por obtener tanto que a otro le falte, o de conseguir lo prohibido, o de alcanzar el poder supremo con el afán de ver a todos por debajo. Porque en definitiva - y al final - UD y yo estaremos en la misma cola o donde sea, junto al más pobre, al más rico, al más transgresor y al más poderoso, sin nada, y diremos: “quién te ha visto y quién te ve”.
¿Cuántas veces se ha anunciado el fin del mundo? Algún día será.
Son las 5 de la mañana, un aire fresco entra por mi ventana, es maravilloso sentirlo, ya que ayer tarde superó los 38ºC de calor, entonces merece un brindis esta madrugada con unos buenos mates, para después, ponerme rápido a trabajar que hay mucho qué hacer, especialmente si se me acaba el tiempo, si se avecina el fin del mundo.

EJS

No hay comentarios:

Dientileche, el País de los Niños