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El huemul: el cérvido de los Andes patagónicos


El huemul, güemul (del mapudungun "wümul") o ciervo sur andino (Hippocamelus bisulcus), es un mamífero en peligro de extinción perteneciente a la familia Cervidae que habita en la cordillera de los Andes de Chile y Argentina.

El huemul tiene un cuerpo rechoncho y robusto, y de patas cortas. Alcanza un tamaño de hasta 165 cm de longitud, siendo las hembras un poco más pequeñas que los machos. Su pelaje es grueso, denso y de color beige o café oscuro, según la época del año. Sus orejas y su cola, miden entre 10 y 20 cm de largo. Los machos poseen un par de astas bifurcadas que pueden alcanzar hasta 30 cm de longitud. Su peso ronda entre los 40 y 100 kg. Es un animal herbívoro que se alimenta principalmente de arbustos, hierbas y brotes de árboles, como también líquenes, que encuentra entre las rocas en los altos picos.

Los huemules viven en pequeños grupos de dos a tres animales; estos grupos son constituidos por una hembra y sus crías. Pero también hay ejemplares que llevan vidas solitarias.

En el siglo XVI, los huemules habitaban la región del sudoeste de Sudamérica a partir del paralelo 34ºS (centrooeste de la Provincia de Mendoza en la Argentina y la Región Metropolitana en Chile) hasta el estrecho de Magallanes. A fines del siglo XIX, el retroceso del área de expansión de esta especie comenzó a disminuir drásticamente quedando a fines del siglo XX algunos centenares de ejemplares en el bosque andino patagónico o subantártico, ubicado al sur del paralelo 38ºS (esto es, al sur de la región de La Araucanía en Chile y al suroeste de la provincia del Neuquén en Argentina.

Estos ciervos ahora están protegidos en trece parques nacionales chilenos y 6 de la Argentina, y ha estado clasificado como una especie en peligro de extinción desde 1976. Se considera en esa situación principalmente por consecuencia la acción humana: la deforestación, fragmentación de hábitat por la construcción de caminos y carreteras, introducción de animales no autóctonos como el ganado o el ciervo rojo y la caza furtiva. Lamentablemente, sus poblaciones están cada vez más reducidas y aisladas.

En Argentina, ha sido declarado Monumento Natural Nacional, máxima protección que se le puede otorgar a una especie.

Fuente: Wikipedia

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