Servicio de búsqueda personalizada

Búsqueda personalizada

Seguidores

Otra puntada sobre la Conquista del Desierto

Roca y un grupo de soldados

Lo ocurrido en ese período que podemos centrar en 1879 tuvo consecuencias considerables en todos los aspectos de la historia argentina hasta nuestros días.

Eran 15.000 leguas cuadradas las que fueron conquistadas y "civilizadas" por el ejército comandado por Julio Argentino Roca. Tribus enteras fueron aprisionadas o desbandadas. Eran miembros, según Roca, "una raza estéril" que ocupaba las tierras.

Se estima que murieron unos mil indígenas, dejando esas tierras para ser malvendidas o regaladas a terratenientes y políticos influyentes.

Socialmente, la Campaña modificó la relación "huinca-indio" en una vasta zona del país, generando una nueva clase social formada por los nuevos "propietarios" de las tierras conquistadas.

Económicamente, amplio la superficie de tierras utilizables para la agricultura, la ganadería y la minería, abriendo la posibilidad de generar mayor cantidad de materias primas para el consumo y la exportación, con las consiguientes utilidades para los proveedores locales y los favorecidos consumidores extranjeros.

Políticamente, permitió reforzar el poder de un grupo pequeño que, al concentrar la riqueza, pudo dominar el país a través de una serie de gobiernos dictatoriales de tipo oligárquico que recién pudieron ser interrumpida cuando un nuevo partido popular llevó por elecciones no fraudulentas a Hipólito Irigoyen a la presidencia del país.

Datos previos:
En 1875 se produce una crisis económica grave en el país. Se hace necesaria una reducción del gasto público con despido de funcionarios y recorte de salarios a los que quedan en sus puestos.
Esta crisis fue consecuencia de algo ocurrido en 1867. Ese año el Banco de la Provincia de Buenos Aires crea una oficina de cambios y la moneda se hace convertible. Ingresa metálico desde el exterior por empréstitos externos. Se expande el crédito interno, aumenta el comercio y con eso el gasto público, las importaciones, y la especulación en tierras.
La materia prima es enviada a Buenos Aires para su exportación a Europa y EEUU. Disminuye el costo de las materias primas para su venta a países centrales, especialmente a Inglaterra.
Esto hizo que el Gobierno Central quisiera incorporar el desierto a la vida económica nacional. Pero los frecuentes malones indígenas lo hacían muy difícil y hasta imposible.
Como la región ocupada al sur del río Salado era una de las más fértiles de la pampa húmeda y de las más apropiadas para la cría de ganado, resultaba muy atractiva para la oligarquía de esos tiempos.
Aniquilando a los originarios, verdaderos dueños de esas tierras, grandes extensiones podrían otorgarse a actuales o futuros aspirantes a "señores feudales" de estas ricas regiones del sur de América.

Roca no era Alsina
Alsina realizó un plan del Poder Ejecutivo contra "el desierto" para poblarlo y no contra los indios para destruirlos. Firmó un tratado de paz con Catriel, que fue pronto violado. En 1876 comienza a construir la Zanja que lleva su nombre como medida de protección, aunque resultó insuficiente.
Roca, como respuesta a los malones, decidió pasar al ataque para subyugar, expulsar y exterminar a los indios, según conviniera en cada caso. La acción de Roca comenzó en la práctica en 1878 y duró hasta después de 1884.

Fuente: apuntes escolares de una alumna esquelense.

No hay comentarios:

Dientileche, el País de los Niños