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Alerta sanitaria por Escherischia Coli Enterohemorrágica


Fuente: Eroski Consumer

Hace unos días saltaba a la luz la noticia de un brote toxiinfeccioso en Alemania relacionado presuntamente con el consumo de pepinos de origen orgánico. Los casos podrían ser consecuencia de la contaminación de estas hortalizas por Escherichia coli Enterohemorrágica, productora de toxina shiga (STEC), una bacteria tan peligrosa como rara. 

Aunque en un principio se relacionó con el consumo de pepinos contaminados de origen español, los datos más recientes señalan que este alimento no es el responsable del brote. Así lo han confirmado las autoridades sanitarias alemanas: los pepinos españoles no son el origen del grave brote alimentario en el norte de Alemania. 

Los análisis revelan que las cepas deE.coli Enterohemorrágica STEC encontradas en los afectados, correspondientes a la variedad O104 H4, no coinciden con las halladas en los pepinos españoles. De momento son 16 las personas fallecidas y más de un millar de afectados dentro y fuera de Alemania, entre ellas, un español que habría viajado a Alemania y que permanece ingresado en el Hospital Donostia de San Sebastián. 

Las autoridades sanitarias vascas investigan si este caso está relacionado con el brote detectado en el país germano.

Por MAITE PELAYO

La Red de Alerta Alimentaria Comunitaria (RASFF), el organismo europeo encargado de vigilar y comunicar de manera rápida y precisa cualquier riesgo relacionado con la seguridad alimentaria a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), ha anunciado que dos empresas españolas productoras de pepinos podrían estar implicadas en este brote. El comunicado mencionaba también a una empresa holandesa. Según se señaló en ese momento, los casos podrían ser consecuencia de la contaminación de estas hortalizas por una bacteria patógena. Las autoridades sanitarias alemanas establecieron entonces una relación entre la bacteria aislada en los pacientes afectados, una cepa de E. coli STEC y la encontrada en las muestras de los pepinos presuntamente contaminados de origen español, relación descartada por estos mismos responsables sanitarios.

En la actualidad, son ya 16 las personas fallecidas y más de un millar de afectados dentro y fuera de Alemania. No obstante, aunque es evidente que el riesgo cero no existe, no hay ningún motivo real para no consumir esta hortaliza, siempre y cuando se tomen las medidas oportunas de lavado y pelado, como para el resto de hortalizas.

Los datos oficiales que se manejan hasta el momento afirman una asociación entre la bacteria aislada en los pacientes afectados,Escherichia coli Enterohemorrágicaproductora de toxina shiga, y la encontrada en las muestras tomadas en los pepinos contaminados, aunque no se descartan otras hortalizas frescas. Sin embargo, estos hechos no son concluyentes sobre el origen de la contaminación, es decir, esta no tuvo porqué ocurrir durante el cultivo y recolección del pepino y pudo suceder en el transcurso de su transporte, distribución o comercialización. De hecho, y aunque las autoridades alemanas culparon en un primer momento a las dos empresas hortícolas españolas afincadas en Andalucía, lo cierto es que después reconocieron que la contaminación podría haberse originado en cualquier momento, desde su cultivo hasta su consumo.

Para mayor incertidumbre, no existía una correlación confirmada entre el consumo de pepinos y el desarrollo de esta enfermedad causada por E. coli STEC. 

De hecho, algunos de los afectados aseguraban no haber comido pepino de manera reciente, aunque sí verduras frescas, punto confirmado por las autoridades sanitarias alemanas.
Actuaciones preventivas

Desde el principio, y aún sin existir evidencias confirmadas, se iniciaron las actuaciones pertinentes con las empresas españolas señaladas con objeto de avanzar en la investigación. En aras al principio de precaución, y gracias a los sistemas de trazabilidad aplicados en los alimentos para su identificación en la cadena alimentaria, se adoptaron las medidas oportunas para la no comercialización del producto coincidente con los lotes señalados, tanto en Alemania como en otros posibles destinos europeos. Sin embargo, más allá de lo que el principio de precaución parecía aconsejar, también se retiraron pepinos y otras hortalizas procedentes de España que nada tenían que ver con estos lotes y no solo en Alemania, sino también en otros países de Europa, que en algunos casos han llegado incluso a prohibir su importación, según parece de manera ilegal.

Desde el Gobierno español se han destacado las graves consecuencias para el sector hortofrutícola de nuestro país y al andaluz en particular y no descarta exigir responsabilidades al ejecutivo alemán por sus especulaciones al respecto. Son muy graves las consecuencias que estos sucesos tienen en el sector hortofrutícola español, no sólo económicas sino de perjuicio de imagen, un sector que por el contrario ha demostrado su gran profesionalidad y excelencia siendo garantía de calidad en todo el mundo.
Consumo y control

La AESAN constata que se trataría de un lote de pepinos específico y que no hay ningún caso asociado a este brote en España, por lo que el consumo de esta hortaliza debe ser el habitual, con las precauciones normales de lavado o pelado de verduras durante su preparación. Solo alrededor de un 2% de las enfermedades por vía alimentaria que se desarrollan cada año en España tienen su origen en frutas y verduras y nunca por este tipo de bacterias.

La Unión Europea cuenta con uno de los sistemas de vigilancia y control de alimentos más desarrollado del mundo, que garantiza la seguridad alimentaria y preserva la salud del consumidor. Además, el sector alimentario español, incluido el hortofrutícola, ha diseñado e implantado herramientas de producción basadas en la prevención y el autocontrol para obtener alimentos seguros y de calidad, tanto para consumo interno como para exportarlos por todo el mundo.


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