Ha ganado la merecida fama de ave trabajadora, por su sorprendente nido de adobe.
Sobre su temperamento, podemos decir que es manso, de andar elegante y muy caminador. Es infaltable su presencia en parques, plazas y otros espacios verdes, donde recorre con paciencia y esmero en busca de lombrices y otros invertebrados desprevenidos que caza con extrema habilidad.
Los dos miembros de la pareja participan en la elaboracion del nido, trabajando muy duro, hasta dar con el material más apropiado para su construccion. Usan su pico como unica herramienta y con él forman una bolita de barro, con pajitas, raÌces y estiércol o crin de caballo, como si fueran los pequeños ladrillitos de su rancho. Con decenas de viajes para depositar esos pedacitos de adobe construyen su nido, casi siempre, sobre un sitio visible, como ramas gruesas de árboles, techos, postes de luz o alambrado y monumentos o cornisas de edificios.
El interior está dividido en dos zonas por un tabique. AsÌ, podemos distinguir una "sala" mayor, donde se instalará la cámara de cria y una anterior, más pequeña, que es una "galeria" que da continuacion a la entrada. Esta formidable estructura, es construida entre seis y ocho dias, si las condiciones son favorables. Pesa unos 4 o 5 kilos y es capaz de soportar un peso de hasta 100!.
Además, resiste las adversidades climáticas durante mucho tiempo. Aunque se conserve intacto, la pareja de horneros construye uno nuevo todos los años, a veces, sobre el anterior, pudiendo llegar a observarse como edificios de departamentos de hasta cinco pisos. Sus nidos abandonados suelen ser ocupados por otras aves. Por eso, es comun ver que lo usen para nidificar los jilgueros, ratonas, golondrinas y caburés, cuando no para refugiar hasta alguna comadrejita o culebra. Por esta razon no es aconsejable meter la mano donde uno no sabe qué puede encontrar adentro, porque aunque las culebras no sean venenosas, la sorpresa rara vez resulta agradable.
Hay algo que sorprende de su canto y es que canta a duo. El macho entona una melodia que conjuga perfectamente con la que simultáneamente lanza la hembra. Hacen algo similar a dos musicos que interpretan melodias diferentes que conjugan para una misma sinfonia. Y su canto, verdaderamente llena de vida nuestros dias.
Por ser un pájaro tan "trabajador" y que convive con el hombre de campo, es muy apreciado, y ha sido acreedor de innumerables poemas, historias y comentarios de celebrados hombres de letras y compositores folcloricos, los que lo llevaron a ocupar un lugar privilegiado dentro del contexto cultural argentino.
Fuente: http://www.vidasilvestre.org.ar
Curiosidad
Como el gaucho, con barro, bosta y paja, el hornero construye un nido confortable y resistente, que lo protege de la intemperie más cruda. A diferencia de aquél, habita en su nido una sola temporada, y luego lo abandona y se construye otro.
Cuando un ave como el tordo se apropia de su nido, el hornero le tapia rápidamente la puerta del nido, y se construye en otro lugar uno nuevo para su pareja.
Fuente: www.lagazeta.com.ar
Sobre su temperamento, podemos decir que es manso, de andar elegante y muy caminador. Es infaltable su presencia en parques, plazas y otros espacios verdes, donde recorre con paciencia y esmero en busca de lombrices y otros invertebrados desprevenidos que caza con extrema habilidad.
Los dos miembros de la pareja participan en la elaboracion del nido, trabajando muy duro, hasta dar con el material más apropiado para su construccion. Usan su pico como unica herramienta y con él forman una bolita de barro, con pajitas, raÌces y estiércol o crin de caballo, como si fueran los pequeños ladrillitos de su rancho. Con decenas de viajes para depositar esos pedacitos de adobe construyen su nido, casi siempre, sobre un sitio visible, como ramas gruesas de árboles, techos, postes de luz o alambrado y monumentos o cornisas de edificios.
El interior está dividido en dos zonas por un tabique. AsÌ, podemos distinguir una "sala" mayor, donde se instalará la cámara de cria y una anterior, más pequeña, que es una "galeria" que da continuacion a la entrada. Esta formidable estructura, es construida entre seis y ocho dias, si las condiciones son favorables. Pesa unos 4 o 5 kilos y es capaz de soportar un peso de hasta 100!.
Además, resiste las adversidades climáticas durante mucho tiempo. Aunque se conserve intacto, la pareja de horneros construye uno nuevo todos los años, a veces, sobre el anterior, pudiendo llegar a observarse como edificios de departamentos de hasta cinco pisos. Sus nidos abandonados suelen ser ocupados por otras aves. Por eso, es comun ver que lo usen para nidificar los jilgueros, ratonas, golondrinas y caburés, cuando no para refugiar hasta alguna comadrejita o culebra. Por esta razon no es aconsejable meter la mano donde uno no sabe qué puede encontrar adentro, porque aunque las culebras no sean venenosas, la sorpresa rara vez resulta agradable.
Hay algo que sorprende de su canto y es que canta a duo. El macho entona una melodia que conjuga perfectamente con la que simultáneamente lanza la hembra. Hacen algo similar a dos musicos que interpretan melodias diferentes que conjugan para una misma sinfonia. Y su canto, verdaderamente llena de vida nuestros dias.
Por ser un pájaro tan "trabajador" y que convive con el hombre de campo, es muy apreciado, y ha sido acreedor de innumerables poemas, historias y comentarios de celebrados hombres de letras y compositores folcloricos, los que lo llevaron a ocupar un lugar privilegiado dentro del contexto cultural argentino.
Fuente: http://www.vidasilvestre.org.ar
Curiosidad
Como el gaucho, con barro, bosta y paja, el hornero construye un nido confortable y resistente, que lo protege de la intemperie más cruda. A diferencia de aquél, habita en su nido una sola temporada, y luego lo abandona y se construye otro.
Cuando un ave como el tordo se apropia de su nido, el hornero le tapia rápidamente la puerta del nido, y se construye en otro lugar uno nuevo para su pareja.
Fuente: www.lagazeta.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario