Y las chicas del Centro de Jubilados decidieron iluminar aún más la tarde poniendo toda su alegría de vivir en unas danzas circulares que llenaron los corazones de quienes pudimos compartirlas como espectadores agradecidos.

Dijo Albert Camus: "El mundo en el que vivo me lastima, pero me siento solidario con los hombres que viven en él. Mi papel no es el de transformar el mundo ni al hombre. No tengo la virtud ni el talento para ello, pero estoy feliz de servir, desde mi sitio a los valores que hacen que merezca la pena vivir."
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