El internet ha llevado a otro nivel a la información y a la divulgación de la cultura, la ciencia y el conocimiento. Ha colocado a sus contenidos en un medio tan intangible y maleable como se creía que era el “éter” por el que se desplazaban las ondas radiales, pero con una diferencia: el nivel de acceso y participación en la creación o construcción de contenidos es global interactivo y exponencial.
Internet también ha favorecido el contacto directo entre creadores y destinatarios “perjudicando” a los intermediarios que lucraban con la intermediación a límites inimaginables, de lo contrario no existirían mega-corporaciones piramidales que producen películas globales accediendo a todo el planeta, pero cuyo lucro responde a un esquema de concentración nunca antes dado en la historia de la humanidad. Cabe destacar que no es necesariamente lo mismo, ser “propietario de derechos de autor” que ser “el autor” del contenido. Normalmente los autores son convidados de piedra en el banquete de las megas ganancias corporativas.
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