El martes 18 de Enero de 2011, los medios informaban que apenas pasadas las 7 de la mañana de ese día, los Bomberos Voluntarios convocaban al personal de forma urgente. El Museo de Culturas Originarias ubicado en la histórica estación Nahuelpan del Viejo Expreso Patagónico ardía y el fuego se llevaba para siempre piezas únicas, algunas de ellas centenarias. Tres dotaciones completas de los bomberos más la colaboración de pobladores lugareños, no dieron abasto para evitar que el incendio generara daños totales, incluso afectando a la propia estructura edilicia. El Intendente Rafael Williams prometió que rápidamente se comenzaría a gestionar fondos para reconstruir el museo.
El museo de Nahuelpan funcionaba en una antigua casa construida en durmientes de quebracho, por lo que sus paredes también fueron afectadas por el fuego. Entre sus objetos de exhibición habían matras confeccionadas en telar, algunas de ellas con técnicas ya desaparecidas. También había objetos de cerámicas y platería, fotografías de momentos históricos como por ejemplo algunos retratos de don Sergio Nahuelpan.
Fotografía de Hernán Mercere
en http://www.patagoniapyp.com/index.php?modulo=3&id=346
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Tuvimos una breve charla en el stand que los mapuche utilizan en el Centro Cultural, anticipatoria de muchas otras que se justificarán seguramente en los próximos días, respecto de cómo estaba a casi mediados de Abril el tema de la reconstrucción del museo.
"Se perdió todo menos lo que estaba aquí en el Melipal" - nos dijo con profunda tristeza la siempre amable Etelvina, quien también nos refirió sintéticamente la serie de injusticias y arbitrariedades que se han ido cometiendo contra los originarios no solamente en lejanos tiempos de conquistas sino en días mucho más cercanos.
En lo específicamente relacionado con la reconstrucción del Museo que el fuego se llevó, nos hizo comprender que la mayor parte de los elementos allí expuestos y hoy destruídos es irrecuperable. Tesoros de una historia que habrá que recomponer de a poco y como se pueda, al tiempo que se vayan escribiendo nuevas páginas, esperamos que mucho más felices.
Volveremos sobre estos temas tantas veces como lo consideremos necesario, porque entendemos que tener memoria también es recordar a Roca y sus huestes, por ejemplo, y así lograr que la justicia actúe sobre crímenes de lesa humanidad que, como los recientes, nos vienen persiguiendo desde nuestra más antigua historia. Y resolver los temas de la cesión de tierras "con papeles" a sus verdaderos dueños, o darles las condiciones adecuadas para que se integren al desarrollo del país con los mismos derechos y obligaciones que los que somos sus compatriotas exigimos para nosotros, también son deudas a cubrir sin mayores demoras.
OyD
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