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ME SIENTO TAN PEQUEÑO… - Por Eduardo Juan Salleras


Sin dejar pasar el momento
ME SIENTO TAN PEQUEÑO…
Por Eduardo Juan Salleras, 23 de octubre de 2014.-

Se autoriza su publicación solamente en forma completa y nombrando la fuente

¡Es increíble!
Antes o después, o entremedio de ambos, ocurre lo que debe suceder.
Esta vez fue distinto.

En una de mis caminatas diarias de una hora, dando vueltas al campo, lo más extensa posible ya que es una superficie chica, mientras pasaba al sur del monte de “Alesio”, alejándome lo suficiente para no ser atacado por las abejas del Sr. Muzzio quien hace 35 años tiene sus colmenas en esa pequeña arboleda de menos de una hectárea, y soplando el viento norte, me di cuenta del cambio.

Todo el aire tiene un peso especial, diríamos que cambia su densidad y su esencia.
Sentí como me galanteaba ese aroma distinto, un tanto extraño, que perfumaba el ambiente de una tarde calurosa pero con un soplo particular impregnado del perfume de las acacias blancas que por primera vez notaba su floración.

Es que la primavera comienza así, totalmente diferente a los sobreactuados picnics juveniles, algunos llenos de excesos, forzados incluso, para expresar un contento obligado por la circunstancia y que nada tiene que ver con la naturaleza, la que nos premia con lo mejor que tiene para obsequiarnos.

Y luego claro, a los pocos días mis amigos, siempre vigentes, dejan caer sus racimos blancos y esa fragancia seductora de los ligustros en flor, la que navega también por el aire abriéndose paso y haciéndose presente, como todos los años, para que no me olvide de ellos.

Créanme que su perfume es uno de los que más disfruto y admiro.

Más allá de las fragancias florecientes propias de la estación, como dije anteriormente, la atmósfera ya tiene de por sí otra densidad, un aura particular que envuelve el lugar y me hace sentir bien.

Escuché una frase que quedó clavada en mi consciente: “Me siento tan pequeño cuando veo todas las cosas que necesito para ser feliz”.

Yo no puedo decir que tengo poco… porque lo que tengo y valoro es mucho, aunque no parezca demasiado es suficiente.

En realidad, viéndolo desde ese punto de vista, me siento enorme.

Quizás, cuanto más pequeño más grande y viceversa.

En el fondo, si uno se pone a evaluar con justicia la floración primaveral es de una riqueza maravillosa, la que yo vivo no explota en colores sino en aromas y lo prefiero así, porque me acompaña a todas partes, aun durmiendo, cuando abro la ventana para dejar ingresar el fresco de la noche y con él se cuela el perfume.

Me parece que este año todo se adelantó unos 15 a 20 días en el espectáculo, en esta presentación magnífica que me toca disfrutar.

Pero volviendo a esa frase: “Me siento tan pequeño cuando veo todas las cosas que necesito para ser feliz”, me hace pensar cuanto tiempo despreciamos dejando pasar por alto situaciones, algunas gratuitas, maravillosas y notables, suficientes para hacernos sentir enormes, riquísimos y halagados por la vida, sin embargo le corcoveamos al momento, a la situación, por el solo hecho de pretender lo que hoy por hoy no está a la mano, por el solo hecho del capricho, del antojo de desear lo que no se puede tener.

Hay gente, en cambio, que tiene tanto, pero tanto, incluso a veces mal habido, producto de la corrupción y de esa enfermedad por tenerlo todo, que no le alcanzarían 10 vidas para gastarlo, como si del infierno se pudiera volver, y pueden comprar incluso mi primavera, inventarla, como destruirla… basta con encender de noche el televisor y cometer el error de sintonizar un noticiero.

“Me siento tan pequeño…” Esta persona me contaba que una vez, un niño morochito y de tez cobriza, parado a la vera del camino, obsequiaba a los transeúntes una flor amarilla a cada uno, silvestre, rústica, las que crecían y recogía a un costado. Y le dio una él.

- ¡Gracias! ¿Y qué hago con esta flor?

- ¿Tiene una Virgencita en su casa? Asintió entonces con la cabeza – Busque un recipiente con agua y ponga esta flor ahí… ya verá lo que va a suceder…

Me contaba: La tome al principio así no más. Su tallo era duro, sus hojas ásperas y la flor compuesta, sin ningún perfume, sí podría decir olor a yuyo campestre. Reconozco que por momentos me molestaba, no sólo tenerla en mi mano sino andar paseándome con ella, haciendo cosas, y alguno incluso me preguntó qué hacía con esa flor… - Es para la Virgen de mi casa.

A penas llegué a ella fui en busca de esa imagen que anda por ahí, por si acaso, porque me recuerda a mi madre. A encontrar entonces un florero, tiene que ser alto y pequeño, como para una sola flor o algo parecido. Agua fresca y así quedó.

A la mañana siguiente desperté y comenzó mi vida sin cambios, ni siquiera me acordaba de la flor.

Con el transcurrir de las horas, aún temprano, vuelvo a entrar a la casa y siento de pronto un perfume muy especial, jamás algo parecido, una combinación de jazmines, rosas y demás, todos potenciados. No me quedó otra que, apurado, ir a ver a la Virgen y a su flor. Un rayo de luz iluminaba a ambos, del sol desde luego, pero como si fuese un farol de teatro…. Y… me puse a rezar, a dar gracias estremecido, fascinado, pensando “qué pequeño soy cuando pasan estas cosas enormes por mi vida”.

Parece ser que nunca más vio a ese niño, como tampoco lo había visto antes. Era un chango morochito de tez cobriza.

¡Qué misterios ocurren a diario sin explicación! Unos los mistifican, otros prefieren que no los toque, pero más allá de la magia que todos los días se nos muestra de distintas formas, está en uno detenerse en ellas o no, en atenderlas o preferir pasarlas por alto mirando más allá, tal vez a un lugar que nos es inalcanzable.

Sí, podemos ponernos de acuerdo que tiene su encanto, y nosotros la sensibilidad de verla con gracia.

No dejen pasar el momento.
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EL CUADRO DE HONOR - Por Eduardo Juan Salleras



Disciplina
EL CUADRO DE HONOR
Por Eduardo Juan Salleras, 12 de octubre de 2014.-

Se autoriza su publicación solamente en forma completa y nombrando la fuente
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Subí esa empinada e imponente escalera de mármol beige. Arriba y delante la misma entrada de siempre.

Ingresé al salón principal, ya había gente, pero no hice caso, solamente miré alrededor, aquellas puertas y ventanas intactas como antaño, todo impecable, se cumplen 100 años y por eso estaba allí.

Ese era mi colegio y hablo en pasado a pesar de su permanencia porque ahí me situé con la memoria de aquellos tiempos de niño y adolescente, donde hacía de las mías. Fui de esos alumnos difíciles.

Por eso, abstraído del alrededor, repasaba lentamente con la mirada y el recuerdo las paredes donde se colgaban los cuadros de honor de cada grado, de cada división, en los que yo, una sola vez aparecí, desde ya, por equivocación. Fui por aquel entonces a verlo al Hno. Rué, religioso de la Hermanos Maristas y responsable de mi grado, a preguntarle por la sorpresa. Me pidió disculpas y de inmediato lo corrigió: era imposible.

Me hubiera gustado haber figurado aunque sea una vez en el Cuadro de Honor, un mes de los once años que estuve en el colegio. Claro, nunca hice los méritos necesarios para ello, eso no tiene discusión. Además sabía que era una cuestión de virtudes a las que yo no hacía gala. Todo lo contrario. Recuerdo que una vez, con el mismo hermano marista, al que considero el mejor de los que tuve cuando todos fueron buenos, me dio a fin de año la medalla al mejor de los peores. La guardé mucho tiempo, hoy no sé dónde está.

A pesar de todo no me quedó ningún trauma al respecto. En cambio tuve siempre bien en claro que en la vida debe haber premios y castigos de acuerdo al desempeño de cada uno, en todos los órdenes.

Eso prediqué a mis hijas y a mis alumnos cuando me tocó ejercer la docencia en la que llegué a ser director de una escuela secundaria agro técnica, siempre priorizando la formación.

Disciplina es la palabra.

Y nuestros padres no se escandalizaban por ella, sino que la exigían como condición de orden y excelencia.

Lo dice alguien que de niño y adolescente siempre estuvo alejado de ambas. Fui transgresor nato pero jamás se alejó mi conducta del concepto sobre lo justo. El transgredir significa conocer la norma e incluso en cierta manera aceptarla. No es desobedecerla sino sortearla. Siempre supe que la regla era esa y que estaba bien, era sólo cuestión de evadirla

El que se rebela contra la ley es un subversivo, un delincuente. Nunca me opuse.

Hoy me lamento no haber hecho el esfuerzo, en aquellos años, para ser mejor. Porque en la vida hay momentos para todo, edades, en la de niño y en la de adolescente es la oportunidad de formarse y educarse, negarle eso a las nuevas generaciones sería una traición a nuestros hijos.

Es por ello que al Estado y a los dirigentes en general, debemos exigirles ocuparse de la educación.

Hay que enseñarle a nuestra descendencia, sin temor a la antipatía, que la libertad está en nuestro interior, no fuera de los límites de la sociedad a la que pertenecemos.

Que lo único que nos hace grandes es el conocimiento.

Que lo único que nos hace distintos es la excelencia.

Que lo único que nos hace intocables es la sabiduría.

Para todo ello hay que educarse y formarse en el esfuerzo, en el sacrificio.

Hay que hacer de las nuevas generaciones personas de carácter, que no puedan ser arriadas por la demagogia de los gobiernos corruptos. Que sepan ser independientes y libres en sí mismas.

Sólo así lograrán ser ciudadanos y no súbditos.

En medio de la misa un compañero y amigo de aquellos tiempos, refiriéndose a todos esos hombres presentes, en los que se encontraba incluso su padre, también exalumno, me dijo al oído: - tienes que escribir algo sobre la educación, la que existía en nuestra época, la de los delantales blancos impecables, la del orden, la de la armonía… es la única forma de revertir el espanto que estamos viviendo. Nos dejamos estar, permitiendo que pasen cosas de las que ya es difícil volver…

- Yo he escrito mucho al respecto… Le respondí y nos llamamos a silencio respetando la celebración.

Y la misa siguió su curso, luego al patio donde se sirvieron algunas empanadas, un poco de vino y mucha charla, el anecdotario hervía.

En varias ocasiones logré escaparme del tumulto.

Repasé cada uno de los patios: el andaluz, el del primario y el del secundario. Los arcos de fútbol… si hablaran. Los patios cubiertos. Miré por un momento hacia arriba, hacia la celaduría, territorio a donde me solían enviar a diario, en penitencia.

A pesar del bullicio de la fiesta me ganó un profundo silencio… ahí había pasado parte importante de mi vida. Allí se hizo algo de lo que soy, intentaron darme la mejor educación y formación, con la mayor dedicación forjaron mi temple, mi carácter y mi valentía. La escuela hizo gran parte del hombre que logré ser y muchas de las cosas buenas que me pasaron las viví y las sembré dentro de su institución.

Y en silencio me retiré, nostálgico, sumergido en el tiempo que pasó y pensando en el tiempo que me queda, en el desafío de reeducar al pueblo, a las nuevas generaciones perdidas en medio de una sociedad que ha abandonado lo esencial: el amor al prójimo… de volver a los valores que de niño nos inculcaban aquellos Hermanos Maristas, religiosos de la educación, que a pesar de mis corcoveos lograron amansar mi espíritu, y como todo caballo macaco, de tanto ir y venir, al final pierde las cosquillas.

Aquel amigo y compañero de mi niñez y juventud, a mi lado en la misa de celebración de los 100 años del Colegio Champagnat, tenía razón, algo hay que hacer.

Nada se logra sin disciplina.

Con cuadro de honor o sin él, allí fui feliz.

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Crecimiento interior - Índice - Daniel Galatro

QUINCE PASOS PARA TU CRECIMIENTO INTERIOR
Daniel Aníbal Galatro
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Paso  1:
http://olgaydaniel.blogspot.com.ar/2014/10/crecimiento-interior-paso-1-daniel.html
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Paso  2:
http://olgaydaniel.blogspot.com.ar/2014/10/crecimiento-interior-paso-2-daniel.html
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Paso  3:
http://olgaydaniel.blogspot.com.ar/2014/10/crecimiento-interior-paso-3-daniel.html
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Paso  4:
http://olgaydaniel.blogspot.com.ar/2014/10/crecimiento-interior-paso-4-daniel.html
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Paso  5:
http://olgaydaniel.blogspot.com.ar/2014/10/crecimiento-interior-paso-5-daniel.html
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Paso  6:
http://olgaydaniel.blogspot.com.ar/2014/10/crecimiento-interior-paso-6-daniel.html
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Paso  7:
http://olgaydaniel.blogspot.com.ar/2014/10/crecimiento-interior-paso-7-daniel.html
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Paso  8:
http://olgaydaniel.blogspot.com.ar/2014/10/crecimiento-interior-paso-8-daniel.html
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Paso  9:
http://olgaydaniel.blogspot.com.ar/2014/10/crecimiento-interior-paso-9-daniel.html
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Paso 10:
http://olgaydaniel.blogspot.com.ar/2014/10/crecimiento-interior-paso-10-daniel.html
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Paso 11:
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Paso 12:
http://olgaydaniel.blogspot.com.ar/2014/10/crecimiento-interior-paso-12-daniel.html---
Paso 13:
http://olgaydaniel.blogspot.com.ar/2014/10/crecimiento-interior-paso-13-daniel.html
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Paso 14:
http://olgaydaniel.blogspot.com.ar/2014/10/crecimiento-interior-paso-14-daniel.html
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Paso 15:
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Mi triple bypass - por Alberto Pringles


Era una cosa e‘ mandinga!
Mi Triple Bypass!

Alberto R. Pringles
Los Ángeles, California
Alberto.Pringles@Argentinisima.US

Leía una nota en TELAM sobre una imprevista cirugía de un triple bypass en la arterias coronarias del nuestro querido Alberto Kempes, máximo goleador y Campeón del Mundo en 1978!
Respondí a la nota para alentarlo en lo que le viene muy pronto en que será operado aquí en E.U.

Y me vino a la memoria que acabo de pasar el tercer aniversario de mi propio Triple Bypass!

Al igual que a Kempes, fue para mí un poco por casualidad el descubrir esta falencia!

Subía y bajaba diariamente desde el subsuelo donde estacionaba mi auto solo hasta el primer piso donde estaba mi departamento y eso me cansaba y a veces me apretaba el pecho. Y es importante para todos prestarle atención a esos pequeños detalles y atenderse de inmediato porque las consecuencias vienen solas y sin aviso y si no se lo atiende rápido puede venir un infarto que puede ser mortal!Suficiente?

Tenía una cita con mi médico y le mencione esas molestias en mi pecho y me mandó a ver a un cardiólogo quién y luego de un examen determinó que tenía obstrucción en las arterias coronarias! Y ordenó se me sometiera a insertar algunos “Stent” en mis arterias coronarias. Insertar un “Stent” no se considera “cirugía” sino un “Procedimiento”.

Yo estaba despierto ya en una sala de cirugía del Hospital Cedar Sinaí de Los Ángeles, el propósito era que allí me instalaran un par de “Stent” para destapar las arterias obstruidas del corazón! El plan era que luego de ello yo podría regresar a mi casa! Algo muy simple! 

Ya en la sala de cirugía, el cirujano me pidió que yo mirara en una pantalla que mostraba mi corazón latiendo como así el movimiento de una sonda que iba avanzando a través de una vena desde el interior de mi pierna desde más abajo de la rodilla y la iban subiendo lentamente hasta llegar dentro de las arterias de mi corazón! Era una cosa a ‘mandinga?! Increíble!

No podía creer que estaba viendo latir a mi propio corazón!

Escuche luego la voz del cirujano Dr. Alfredo Trento quien me decía: “Sr. Pringles, vamos a suspender este procedimiento y luego que le pasen los efectos de la anestesia debo hablar con usted!” 

Entró una hora después en mi habitación del Hospital y me dijo: “Sr. Pringles, hemos encontrado que usted tiene 3 arterias obturadas, pero sólo podemos insertar 2 “Stents” en cada “Procedimiento” (en los “Stents” no hay cortes, no hay cirugía). “Es decir, podemos hacer un “Procedimiento” ahora insertando 2 Stents y el otro más adelante!”

Y siguió diciendo: “Pero yo sugiero hacerle un triple bypass (cirugía a corazón abierto) dado que es más eficiente y más seguro que los “Stent”!

“Doctor…”! Empecé yo diciendo: ? Yo vine aquí solo a que se me inserte uno o más Stents, y el cardiólogo me aseguro que era un procedimiento muy común, sencillo, seguro y eficiente y sin cirugía y enseguida me iría a mi casa! Usted pareciera decirme lo contrario”!, le dije. 

“Le explico Sr. Pringles. si usted tuviese 85 años le diría: pongamos sólo los Stent”! “Pero si usted tuviese 65 años, le diría: hagamos la cirugía”!, me respondió.

“Doctor pero yo tengo 75 años... ¿y entonces qué hacemos?” 

Y me respondió: “Pero a usted, Sr. Pringles, se lo ve muy bien, muy lúcido y parece tener no más de 60 o 65 años!”, me dijo!

Me estaba diciendo un piropo a los 75 pirulos! WOW! Me dije!

Me puse contento! El Dr. Trento es italiano, y entonces practiqué mi menos que elemental italiano y le dije: “Ma, che cosa dobbiamo fare?” Algo así como: “Gracias Doctor pero ahora que hacemos?”.

Al entrar por primera vez a mi habitación el Dr. Trento y al yo notar su acento extranjero y su apellido latino le pregunte si era argentino. Y me dijo: “No, soy italiano”! Y entonces agregué: “Bueno… es casi lo mismo..!” “Cierto, yo tengo familiares en Argentina”!, agregó! El Doctor Trento es alto, digamos elegante y pintón! (Ver foto conmigo).Y su respuesta a mis preguntas fue muy corta y seca: “Get the surgery”! Es decir: “Opérese!”

El asunto que yo debía decidir por cuál de las dos muy prestigiosas técnicas quirúrgicas torácicas ambas desarrolladas por médicos argentinos yo me decidiera a utilizar! La técnica del “Bypass” fue desarrollada por el Dr René_Favaloro y la técnica del “Stent” (cilindros de malla metálica expansibles) creada por el Dr Julio_Palmaz. Entre ambos han salvado la vida a decenas de miles de personas y sus técnicas se utilizan en todos los rincones del mundo!

Y son Argentíííííínos..! WOW! WOW!
Y el grueso de los argentinos ignora todo esto? Son dos genios de alcance mundial!

Pero el Dr. Trento lo decidió por mí! No, no fue una sugerencia! Fue una orden y yo no pensaba hacer otra insubordinación como hice medio siglo atrás en donde casi no cuento más el cuento!

Y el cirujano me quería llevar allí mismo de vuelta a la sala de operaciones! Y le dije: “Imposible Doctor, mi esposa está haciendo ravioles con salsa blanca esta noche y no le puedo fallar”!

“Aparte Doctor necesito algo de Usted, cuando tenga mi corazón sobre una mesa le pido esté usted muy seguro que por equivocación no me vaya a poner un corazón de “gallina” riverplatense!” “Eso causara una violenta reacción a mi cuerpo entero y será rechazado!” “Yo soy de Boca, que viene del barrio de La Boca que crearon los inmigrantes italianos hace más de un siglo atrás!”

Yo ya sabía de la enorme reputación que tenía el Dr. Trento, Jefe de Cirugía Torácica del Hospital más grande y prestigios de Los Ángeles: el Cedar Sinaí Medical Center! Que es casi una mini-ciudad con 2.000 médicos y cirujanos, 2.000 camas y 10.000 enfermeras y empleados y aparte hay docenas de edificios médicos en las cercanías que integran el complejo del Cedar Sinaí!

El Dr. Trento realiza múltiples trasplantes diarios de corazón y de pulmones como si fuese arreglarse las uñas! Ha realizado más de 7,500 cirugías del corazón y en Google se puede encontrar videos, conferencia y muchos artículos de este prodigioso cirujano que me tocó en suerte me operara!

El trato en el Hospital Cedar Sinaí es excelente, cada 5 minutos alguien entraba a mi habitación a revisarme la presión, mi pulso, a darme medicinas, y “la mar en coche”! No me dejaban dormir!

Era un desfile de médicos, enfermeras, técnicos y asistentes que me preguntaban a cada rato: “si había hecho “Number-1” o “Number-2”! 

Las dos primeras noches no pude dormir, estaba muy incómodo, me dolía por todos lados como si me hubiese peleado con Muhammad Alí! Pero igual al siguiente día vino la enfermera muy sonriente y me dijo: “Sr. Pringles se lo ve muy bien, de buen semblante y tiene que levantarse y caminar”! Me dijo. Y yo estaba todo palmado! Como jodían!

Otra me sugirió que podía ayudarme a darme una ducha! Y allí mis pupilas se agrandaron rápidamente! Ya estoy bastante grandecito para bañarme solo! Y a los empujones me metí bajo la ducha!

Ellas hacían su trabajo! Por ello al partir del hospital envié un ramo de flores a las enfermeras a las cuales les encantó y me llamaban para agradecerme el gesto! Al igual organicé una cena homenaje al Dr. Trento quien vino con su esposa y pasamos unos lindos momentos con un grupo de amigos argentinos y de otros países! En otras palabras deje bien alto la reputación de la cortesía argentina y en especial la porteña lo cual era muy normal al menos en mi época dorada 50 años atrás! SÍ?

Y así fue! Y aquí estoy tres años después “vivito y coleando”! Y listo para pelear con PIA!

También recuerdo los múltiples saludos de buena suerte que me llegaban desde Argentina, desde España y de California en aquel entonces! Fue una lluvia de ellos!

A todos ellos mi profundo agradecimiento! Y finalmente recuerdo una canción favorita mía, de Sinatra en su canción: “It was a very good year!” (Fue un muy buen año..!) Que al final dice:

“Ahora los años son más cortos, estoy en el otoño de mi vida, pero fue un hermoso año?.!

No sé, pero me pareciera que esta canción Sinatra me la cantara para mí! Y me conmueve!

Toda mi vida la pase muy bien! Siempre vi al vaso medio lleno! “YES, It was a very good year?!

Aquí el Link de esa canción de Sinatra: It was a very good year! Lyrics en Castellano!

Suerte a todos! From California with Love!

Alberto R. Pringles
Los Ángeles, California
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